Friday, May 18, 2007

El Islam

EL ISLAM
Elaborar un tema sobre El Islam y su expansión. Al-Andalus.Apartados del tema:

I.- La Península de Arabia. Mahoma. El Islam. La expansión islámica (primeros sucesores de Mahoma; los califatos omeya y abbasí)


Mahoma, castellanización del nombre árabe Muhammad o Mohammed, este último en pronunciación coloquial (en árabe محمد), es el profeta (nabi نبي) del Islam.
De acuerdo a la religión musulmana, Mahoma es considerado el «sello de los profetas» (jātim al-anbiyā' خاتم الأنبياء) , por ser el último de una larga cadena de mensajeros, enviados por Dios para actualizar su mensaje, que según el Islam, sería en esencia, el mismo que habrían transmitido sus predecesores, entre los que se contarían Isa (Jesús) y Musa (Moisés).

MAHOMA : SU VIDA

La Meca es la ciudad sagrada de los árabes del desierto. Cada año se dirigían a esta ciudad para visitar el templo de la Kaaba (construido por Abraham). Hacia el año 571, en el seno de una familia noble de la tribu de Quraish nació Mahoma, quien estaba llamado a tran sformar el mundo. Huérfano a los seis años fue acogido por su abuelo y luego por su tío. En su infancia fue pastor.

Al llegar a la juventud, a los 24 años, se puso al servicio de una viuda rica llamada Jadiya, con la que mas tarde se casó. Este matrimonio le dio cuatro hijas y dos hijos que murieron pequeños, así como seguridad económica. Siempre fue respetado por sus familiares y conocidos por su honradez y fidelidad, lo llamaban: Al Amín, el fiel.

LA PREDICA DE MUHAMMAD

Cuando Mahoma contaba con 40 años, su rechazo a la ignorancia y supersticiones de su pueblo le llevó a alejarse para meditar en una cueva cercana a La Meca (en el monte Hirá). Allí, en el año 610 después de Cristo, se le presentó el ángel Gabriel, el mismo que trajo la revelación a Moisés, Jesús y otros profetas de Dios. El ángel le hizo aprender de memoria los primeros versos de la última revelación de Dios a la humanidad: el Corán. Este mensaje divino inicia con las palabras: “¡Lee! En el nombre de tu Señor que todo lo creó…”. Después de un tiempo, el ángel Gabriel comunicó a Muhammad que Dios le ordenaba divulgar el mensaje del monoteísmo a toda la humanidad. Así en el año 610, Mahoma empezó su vida profética.

Inició sus predicas en La Meca. Invitaba a la gente a abandonar la adoración de los ídolos materiales y adorar al Dios Creador del universo. Pronto empezaron a surgir los primeros seguidores, pero también los recelos de los idólatras, quienes veían amenazado el culto a los ídolos, y lo& nbsp; calificaron como peligroso, acosándolo junto con sus seguidores. Aunque Mahoma soportó toda esta campaña; la situación se hizo insostenible, por lo que tuvo que trasladarse a Medina. Este hecho se conoce con el nombre de Hegira o emigración (Hiyra en árabe) y ocurrió en el año 622, fecha que se toma como punto de partida para el calendario lunar islámico.

Una vez en Medina predicó con gran fuerza la nueva doctrina y obtuvo nuevos y numerosos adeptos. Durante ocho años, logró consolidar el primer Estado de la tierra que se rige exclusivamente por la revelación de Dios: El Corán. Con éxito defendió su capital, Medina, contra los ataques y las intrigas de los judíos de la zona y los idólatras de La Meca. En el año 630 se lanzó a la toma de La Meca y la conquista pacíficamente ese mismo año. En los siguientes dos años logró consolidadr el dominio islámico sobre toda la península árabe y escribió varias cartas a los gobernantes de Bizancio, Persia y otras naciones invitándolos a adorar a Dios. Al cumplir los 63 años de vida y al haber completado su prédica y enseñanza, la muerte le sobrevino el 8 de junio del año 632.

EL ISLAM

Muhammad predicó el Islam, que significa: el sometimiento voluntario del hombre a la voluntad de Dios. Esta religión no fue fundada por Muhammad ni exclusiva de los árabes, fue profesada desde los inicios de la humanidad y todos los profetas invitaron a su gente a lo mismo: adorar sólo a Dios. La persona que acepta el Islam como forma de vida se denomina: musulmán.
El Islam sustituye el carácter individualista y guerrero del beduino árabe por la piedad, el amor a la ciencia y la práctica de buenas acciones. Entre sus palabras más sabias está: “la búsqueda del conocimeinto es obligación de todo musulmán y musulmana; y el conocimiento no viene sino por el aprendizaje”. “Nadie cree verdaderamente hasta que desee para su hermano lo que desea para si mismo”, “El Paraíso está a los pies de la madre”. El Sagrado Corán nos dice: “Os hemos creado en distintas naciones y tribus para que os reconozcáis. Ciertamente, el mejor entre vosotros es el que más teme a Dios”. La inusitada tolerancia del mensaje islámico, primera religión en reconocer a otras religiones como de origen divino, hizo que las dispersas y guerreras tribus árabes, se uniesen y formasen una nueva nación: el primer estado ideológico de la Historia. No sólo los árabes siguieron el mensaje de Muhammad; las demás naciones vieron en el Islam la tabla de salvación para salir de la injusticia y el oscurantismo de la Edad Media. El Islam se convirtió en una religión universal.

PRINCIPALES DOGMAS

1. Es una religión monoteísta: sólo se debe adorar a Dios, Creador del universo (Al-lah en árabe).
2. Dios creó a los ángeles y éstos le sirven fielmente.
3. Dios envió a distintos mensajeros humanos y debemos creer en todos ellos: Abraham, Moisés, Jesús, Muhammad, etc.
4. Algunos mensajeros recibieron revelaciones escritas que llamamos libros sagrados: El Torá, el Evangelio y el Corán, entre otros.
5. Existe la vida después de la muerte, la resurrección, el Juicio Final: el infierno y el paraíso.
6. Dios ha prescrito nuestro destino y lo conoce con anterioridad, aunque los humanos tenemos libre albedrío y responsabilidad por nuestras acciones voluntarias.

PILARES PRACTICOS

1. El testimonio de fe: El creyente testifica que Al-lah es el único Dios y que Muhammad es Su siervo y mensajero.
2. El Salat: Consiste en rezar a Dios cinco veces al día. Es preferible hacer el rezo en grupo y en las mezquitas (templos musulmanes). Para poder rezar es necesario estar limpio y sobrio.
3. El zakat: el musulmán pudiente debe dar parte de sus bienes a los necesitados directamente una vez por año. La proporción que se da a los pobres varía según el tipo de bienes. Los que tienen dinero efectivo, oro o plata dan 2,5% de sus bienes a los pobres. Esta limosna es personal y sirve para purificar los bienes.
4. El ayuno: durante el mes de ramadán (noveno mes del calendario islámico) los creyentes se abstienen de comer, beber y tener relaciones sexuales desde que amanece hasta que se pone el sol.
5. El peregrinaje: si el creyente tiene posibilidades económicas y salud debe ir a visitar La Meca una vez en su vida y realizar los ritos prescritos.

EL YIHAD

El yihad consiste en el esfuerzo que se hace por complacer a Dios. Abarca todas las acciones que hacemos por complacer a Dios; desde sonreir al hermano, quitar obstáculos del camino hasta luchar arriesgando la vida por las causas justas. El creyente que muere estando en un esfuerzo sincero por Dios, es enviado directamente al paraíso donde disfrutará de los más sublimes placeres como recompensa; esto motivaba mucho a los musulmanes a hacer buenas obras y luchar por la justicia y la defensa de sus tierras contra enemigos hostiles. Cuando los cristianos veían el heroísmo que demostraban los musulmanes por el yihad, pensaban que era algo parecido al concepto católico de la “guerra santa”, sin embargo son dos cosas distintas.

El Corán

Toda la doctrina de Mahoma fue recogida por sus seguidores, quienes la redactaron en un texto llamado Corán. Este libro esta dividido en capítulos llamados suras y subdivididos en versículos. Al mismo tiempo que es el libro que rige la vida religiosa, es también un código civil y penal. Este libro encierra datos científicos nunca antes conocidos y menos por un pastor analfabeto como Muhammad; esto y el hecho que hasta hoy nadie haya encontrado una sola contradicción en el mismo, prueban que el Corán es revelación de Dios.

EXPANSION ISLAMICA – EL CALIFATO

A la muerte de Mahoma, le sucedió en el liderazgo político Abu-Baker (632-634) que adoptó el título de Califa (Jalifa en árabe, significa: sucesor). El segundo Califa fue Omar (634-449) con quien se inicio la expansión del Islam y la entrada de numerosos pueblos no árabes a las filas del Islam. Abu Baker y Omar lograron derrotar, al mismo tiempo a las dos superpotencias militares de la época: los persas y los bizantinos. Además sentaron las bases políticas para el desarrollo cultural y científico que acompañaba a los musulmanes donde sea que iban: separación de poderes del estado, secularización del gobierno, igualdad ante la ley, tolerancia religiosa, la honestidad obligatoria en los empleados públicos y la descentralización administrativa.

Para comprender la rápida conquista de los musulmanes hay que tener en cuenta tres aspectos:

1. Los dos grandes imperios de ese momento ( Bizancio y Persia) se encontraban muy debilitados, la corrupción estaba muy extendida y sus bases ideologicas estaban obsoletas.
2. La religión islámica daba fuerzas y unidad a los distintos pueblos que la profesaban, se consideraban todos hermanos ante Dios. Los musulmanes sostenían que luchaban contra el mal, ordenaban hacer el bien y creían en Dios, estas tres premisas les dotaron de valor y fuerzas casi milagrosas.
3. La administración de los califas musulmanes era muy tolerante con los cristianos y los judíos y daban apoyo a la ciencia y las artes, lo cual les ganó el apoyo popular de los nuevos terrtorios del califato islámico.

Principales conquistas

La rápida expansión islámica puede ser resumida de la siguiente manera:

1. El Medio Oriente: durante el gobierno de Omar (634-44) se sometió Siria, Egipto y Persia. Luego se extendieron por todo el norte de Africa.

2. Europa: en el año 711 los musulmanes atravesaron el estrecho de Gibraltar e invadieron la península Ibérica. En menos de 20 años se encontraban ya en Francia y dominaban toda la península ibérica. En el siglo IX los musulmanes entran en el sur de Italia y Sicilia.

Dueños de España, a la cual denominaron “Andalucía”, los musulmanes cruzaron los Pirineos en dirección al territorio de los francos, pero fueron detenidos por Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732)

3.- Imperio Bizantino: Los musulmanes, después de expulsar a los bizantinos del Medio Oriente y Africa, construyeron una flota con el propósito de romper el poderío del imperio Bizantino en el Mediterráneo. Sin embargo, no consiguieron su propósito hasta el siglo IX cuando conquistan todas las islas del Mediterráneo.

4. Lejano Oriente: El mismo año de la conquista de España ( 711), los Árabes llegaron hasta el valle del Indo en lo que hoy es India y Pakistán. Intentaron la conquista de China, pero acabaron firmando un acuerdo de protección.

El mundo musulmán

En los primeros tiempos el califato islámico estuvo unificado. La Ley islámica (la sharía) sentó las bases de un estado moderno e igualitario. Además la paz lograda por los musulmanes permitió al comercio y la tecnología desarrollarse y alcanzar límites nunca antes vistos. Hasta el año 750 su capital estaba en Damasco, pero por motivos políticos, el Califato se trasladó a Bagdad. En el siglo X el poderío del Islam empezó a decrecer. Tanto el Califato de Bagdad como el estado omeya de Córdoba entraron decadencia, hecho que llevo a la cristiandad a iniciar una feroz reconquista y persecuciones, como la inquisición española.

LA CULTURA ISLAMICA

Aqui debemos aclarar que una cosa es la cultura árabe y otra es la cultura islámica. La cultura árabe es muy antigua y se remonta a tiempos milenarios. La cultura islámica surge con el Corán revelado a Muhammad, el Califato islámico y su dominio sobre los numerosos pueblos del Islam y la mezcla que se da entre estos pueblos por la tolerancia y apertura cultural de los califas musulmanes. Es así que la cultura árabe da paso a una cultura nueva y universal denominada “cultura islámica”, en la que destacan los poetas y gobernantes árabes, los científicos y los administradores persas, los técnicos y doctores egipcios, los eruditos y artesanos sirios, los filósofos y literatos andaluces y los guerreros turcos y tártaros.
Aunque no se pueda decir que la cultura islámica sea original de un pueblo o nación específicos, ha aportado mucho a la humanidad, fue el nexo y catalizador para el encuentro de Oriente y Occidente, además de haber conservado y transmitido muchos elementos culturales antiguos que, sin su mediación, se hubieran perdido. Fundaron y sostuvieron universidades y levantaron grandes ciudades como la de Córdoba (España) con calles empedradas y faroles que alumbraban el camino en extensiones hasta kilómetros. Bagdad fue la primera ciudad del mundo que alcanzó un mil lón de habitantes. Los pueblos que entraron en el Islam pronto adoptaron el idioma árabe y las costumbres islámicas como propias. Esto y el hecho que los árabes fueron un pueblo abierto que se mezclaban sin temor con los demás pueblos hizo que hoy muchos pueblos que no son racialmente árabes, adopten el idioma y las costumbres árabes, como es el caso de Egipto o Irak.

LA CIENCIAS

La ciencia Islámica se desarrollaba mientras que la cristiandad estaba en plena decadencia medieval. Los musulmanes creen que Dios les ordena buscar el conocimiento y que en la observación detenida de la naturaleza se puede aumentar la fe en Dios. Otro aporte fundamental del islam al mundo es el concepto y las bases del estudio universitario, además que fundaron las primeras universidades del mundo: Córdoba, Tunez, El Cairo y Bagdad fueron las primeras ciudades en contar con universidade s, programas de estudios y un sistema académico formal..

· Los alquimistas árabes lograron conocimientos útiles como las propiedades de los ácidos y las sales, además que palabras como alquimia, azufre, alcalí, nafta y otras denotan origen árabe.
· Las matemáticas fueron cultivadas intensamente a partir del siglo IX. Tomaron de la india el concepto de cero y lo transmitieron a Europa, además de sentar las bases del álgebra y los logaritmos. A partir del siglo XII se generalizó en Europa el uso de los números arábigos que hoy conocemos.
· La medicina tuvo un gran desarrollo. Fundaron escuelas medicas, como la de Córdoba. Los médicos Árabes no solo conocieron la teoría, fueron también grandes prácticos.
· La filosofía salvaguardó las obras de Aristóteles y otros filósofos clásicos que tradujeron y dieron a conocer en Europa, con reveladores y beneficiosos comentarios propios. Sus principales representantes : Avicena y Averroes. Los filósofos islámicos demostraron que sí se puede conciliar la religión con la filosofía y la ciencia.

EL ARTE

El arte árabe recoge formas y elementos de los pueblos conquistados.

· La pintura y la escultura no tuvieron desarrollo, pues el islamismo prohibe las representaciones humanas. Aunque los ornamentos de motivos vegetales y geométricos (arabescos) fueron un significativo aporte.
· Sus principales elementos arquitectónicos son: el arco de herradura, la cúpula y las columnas. Los principales edificios en las ciudades islámicas son:<>
i) La mezquita. Es un edificio de planta rectangular con varias naves paralelas cubiertas, un patio rodeado de pórticos con una fuente al centro y torres. Las mas notables son las de Damasco, El Cairo y Córdoba.
ii) La madrasa: esta destinada a la enseñanza. Se construye alrededor del patio central de las mezquitas, fueron los embriones de las primeras universidades.
iii) Palacios : Son edificios civiles que también se desarrollan alrededor de un patio, destaca la Alhambra en Granada.
iv) El zoco: mercados ordenados según los distintos gremios.

La arquitectura islámica, al igual que las demás ciencias, supo unir lo occidental con lo oriental con el fin preciso de servir al hombre. El idioma árabe nos dejó numerosas palabras relacionadas como albañil, acequia, noria, aljibe, almenar, adobe, alfarería, alcoba, alicate, alcantarilla, etc.

La población musulmana se estima que excede los mil doscientos millones de personas. Solamente el 18% de los musulmanes son árabes. El 20% se encuentra en la región del sur del Sahara en África. El 30% en el subcontinente Indio, siendo Indonesia el país con la población de musulmanes más grande del mundo. También hay importantes grupos musulmanes en China, Europa, Asia Central y Rusia.
Austria fue el primer país europeo en reconocer al Islam como una de las religiones oficiales, mientras que Francia es el país en Europa con mayor población de musulmanes: 6 millones, que representan un 10% de la población.

Símbolos del Islam

Los musulmanes no aceptan ningún símbolo o color. Erróneamente se piensa que el verde es el color del Islam, pero esto no es cierto; más adelante se explicará el origen de esta confusión. Creen que la adoración a símbolos u objetos materiales va en contra del monoteísmo. Mucha gente piensa que la estrella y la luna creciente simboliza el Islam, pero esto tampoco es cierto. Eran, simplemente, el símbolo del Imperio Otomano y no del Islam. El color verde también se asocia frecuentemente con el Islam por costumbre, sin que tenga significado religioso alguno. Sin embargo, los musulmanes frecuentemente usan azoras caligrafiadas para decorar las mezquitas o sus casas propias.
El panarabismo tradicionalmente ha utilizado el rojo, el blanco, el verde y el negro en las banderas de diversos países de población mayoritariamente musulmana, por lo que dichos colores a veces se confunden con los colores del Islam. Estos colores pueden observarse en las banderas de Yemen, Egipto, Sudán, Iraq, Siria, Sahara Occidental y Palestina. El color rojo simboliza la sangre de los mártires y también fue el color de la Dinastía Hachemí. El color blanco fue utilizado por la Dinastía de los Omeyas y el color verde de las mismas fue usado por el Califato Fatimí. El negro fue el color del Califato Abbasí.

Califato Abbasí

El califato abbasí (llamado también abasí o abasida), fue la segunda dinastía de califas (750-1258), sucediendo a la de los Omeyas.
Los Abasidas basan su pretensión al califato en su descendencia de Abbas ibn Abd al-Muttalib (566-652), uno de los tíos más jóvenes del profeta. Muhammad ibn 'Ali, bisnieto de Abbas, comenzó su campaña por el ascenso al poder de su familia en Persia, durante el reinado del califa Omeya Umar II. Durante el califato de Marwan II, esta oposición llegó a su punto culminante con la rebelión del imam Ibrahim, descendiente en cuarta generación de Abbas, en la ciudad de Kufa (actual Iraq), y en la provincia de Jorasán, (en Persia, actual Irán). La revuelta alcanzó algunos éxitos considerables, pero finalmente Ibrahim fue capturado y murió (quizás asesinado) en prisión en 747. Continúo la lucha su hermano Abdallah, conocido como Abu al-'Abbas as-Saffah quien, después de una victoria decisiva en el río Gran Zab en 750, aplastó a los Omeyas y fue proclamado califa.
El sucesor de Anu al-'Abbas fue al-Mansur, quien trasladó la capital Bagdad.
La época de máximo esplendor correspondió al reinado de Harun al-Rasid (786-809) por aquel entonces comenzó la decadencia política que se acentuaría con sus sucesores. El último califa al-Musta´sim fue asesinado en 1258 por los mongoles, que habían conquistado Bagdad. Sin embargo un miembro de la dinastía pudo huir a Egipto y mantuvo el poder bajo el control de los mamelucos. Esta última rama de la dinastía se mantuvo hasta 1517 cuando los turcos otomanos conquistaron Siria y Egipto.

Dinastía de los Omeyas

Los Omeyas (en lengua árabe, بنو أمية banū umayya o الأمويون al-umawiyyūn; en persa, امویان omaviyân; en turco, Emevi) fueron un linaje árabe que ejerció el poder califal primero en Oriente, con capital en Damasco, y luego en Al-Andalus, con capital en Córdoba.

Los omeyas eran un clan de la tribu de Quraysh, de La Meca, a la que pertenecía Mahoma. El antepasado que da nombre a la familia, Umayya ibn Abd Shams, era sobrino de Háshim, bisabuelo de Mahoma que da nombre a los hashimíes o hachemíes.
El primer vínculo de los omeyas con el califato se produce cuando un miembro del clan, Uthman ibn Affan, rico comerciante de La Meca y esposo sucesivo de dos hijas de Mahoma, es elegido sucesor del califa Omar a la muerte de éste en el año 644, convirtiéndose de este modo en el tercero de los llamados califas bien guiados. La elección de los califas entra en conflicto, cada vez que se produce, con las reivindicaciones del llamado Partido de Ali, que afirma que Ali ibn Abi Tálib, primo y yerno del profeta, es quien debe ocupar el cargo debido a su estrecha proximidad con Mahoma. Uthman es asesinado en el año 656 y Ali es elegido califa. Sin embargo, esta elección es contestada por otro miembro del clan omeya, Muawiya I, a la sazón gobernador de Siria. Muawiya acusa a Ali de complicidad en el asesinato de su predecesor y se levanta en armas contra él. Ambos ejércitos se enfrentan en la batalla de Siffin, acontecimiento de gran importancia pues es el que marca el origen de las tres grandes divisiones doctrinales del Islam. Ali es derrotado y se retira a su plaza fuerte de Kufa (Iraq), mientras que Muawiya se proclama califa en Damasco, trasladando de este modo la capitalidad del Estado islámico de Medina, en el Hiyaz, a la urbe siria.

II.-La organización política (califato, califa, Koras, emir, visir, cadí), económica (agricultura y comercio), social (la medina, los árabes, los muladíes, los mozárabes) y cultural musulmanas.

Califato de Córdoba

El Califato de Córdoba, también conocido como Califato Omeya de Córdoba o Califato de Occidente, fue proclamado por Abderramán III en el 929, poniendo así fin al Emirato Independiente instaurado por Abderramán I en el 756, en la provincia de Córdoba en el sur de España.
Abderramán III consideró adecuada su autoproclamación como califa, es decir, como jefe político y religioso de los musulmanes y sucesor de Mahoma, basándose en cuatro hechos: ser miembro de la tribu de Quraysh a la que pertenecía Mahoma, haber liquidado las revueltas internas, frenar las ambiciones de los núcleos cristianos del norte peninsular y la creación del califato fatimí en Egipto opuesto a los califas abbasíes de Bagdad. Para realzar su dignidad y a imitación de otros califas anteriores edificó su propia ciudad palatina: Medina Azahara.
La proclamación tenía un doble propósito. Por un lado, en el interior, los omeyas querían reforzar su posición. Por otro, en el exterior, al objeto de consolidar las rutas marítimas para el comercio en el Mediterráneo, garantizando las relaciones económicas con Bizancio y asegurar el suministro de oro.
Tras la toma de Melilla en 927, a mediados del siglo X los omeyas controlaban el triángulo formado por Argelia, Siyimasa y el océano Atlántico. El poder del califato se extendía también hacia el norte, y hacia 950 el Sacro Imperio Romano-Germánico intercambiaba embajadores con Córdoba. Algunos años antes, Hugo de Arles solicitaba salvoconductos para que sus barcos mercantes pudieran navegar por el Mediterráneo, dando idea, por tanto del poder marítimo que ostentaban.
La economía del Califato se basó en una considerable capacidad económica -fundamentada en un comercio muy importante-, una industria artesana muy desarrollada y técnicas agrícolas mucho más desarrolladas que en cualquier otra parte de Europa. Basaba su economía en la moneda, cuya acuñación tuvo un papel fundamental en su esplendor financiero. La moneda de oro cordobesa se convirtió en la más importante de la época, siendo probablemente imitada por el Imperio Carolingio. Así, el Califato fue la primera economía comercial y urbana de Europa tras la desaparición del Imperio Romano. A la cabeza de la red urbana estaba la capital, Córdoba, la ciudad más importante del Califato, que alcanzó los 250.000 habitantes en 935 y los 450.000 en 1000 (algunos historiadores hablan de 1.000.000 de habitantes), siendo durante el siglo X la mayor ciudad del Mundo y un centro financiero, cultural, artístico y comercial de primer orden. Otras ciudades importantes fueron Toledo (37.000), Almería (27.000), Zaragoza (17.000) y Valencia (15.000).
Los aspectos de desarrollo cultural no son menos relevantes, sobre todo tras la llegada al poder del califa Alhakén II a quien se atribuye la fundación de una biblioteca que habría alcanzado los 400.000 volúmenes. Quizás ello provocó la asunción de postulados de la filosofía clásica -tanto griega como latina- por parte de intelectuales de la época como fueron Ibn Masarra, Abentofail, Averroes y el judío Maimónides, aunque los pensadores destacaron, sobre todo, en medicina, matemáticas y astronomía.
Es la etapa política de la presencia islámica en la península Ibérica de mayor esplendor, aunque de corta duración pues en la práctica terminó en el 1010 con la fitna o guerra civil que se desencadenó por el trono entre los partidarios del último califa legítimo Hixán II, y los sucesores de su primer ministro o hayib Almanzor. En el trasfondo se hallaban también problemas como la agobiante presión fiscal necesaria para financiar el coste de los esfuerzos bélicos.
Oficialmente, no obstante, el califato siguió existiendo hasta el año 1031, en que fue abolido dando lugar a la fragmentación del estado omeya en multitud de reinos conocidos como Taifas.

Califa

Califa (del árabe خليفة jalifa, "sucesor") fue el título que usaron desde la muerte de Mahoma en el año 632 hasta 1924 quienes le sucedieron como cabeza de la umma o comunidad de musulmanes. El título completo es jalifat Rasul Allah (خليفة رسول الله) o "sucesor del Enviado de Dios". A lo largo de la historia, sin embargo, ha habido muchos disensos sobre la legitimidad de tal liderazgo, lo que ha propiciado la coexistencia de varios califas, cada uno reconocido por un sector de musulmanes, o la existencia de comunidades que no han reconocido como legítimo a ninguno.
A la muerte de Mahoma el incipiente Estado islámico no tenía previsto ningún modo de suceder al jefe desaparecido. Se recurrió entonces al modo tradicional árabe de elegir a un líder primus inter pares de entre una asamblea de notables. El primer elegido fue el suegro de Mahoma, Abu Bakr al-Siddiq con el título de sucesor del Mensajero (o Enviado) de Dios. Tras él el título se abrevió a su primera palabra, jalifa o "sucesor".
Al igual que Mahoma, los califas debían ser a la vez jefes políticos y religiosos. Como religiosos no tenían poder para prescribir ningún dogma pues se consideraba que la revelación divina había sido completada y puesta de manifiesto a través de Mahoma. No había nada que añadir. Como líderes políticos, los califas de Bagdad, el califato más reconocido y duradero, perdieron pronto sus facultades en favor de los distintos sultanes, que fueron los gobernantes efectivos de los territorios situados bajo la égida del califa.
Según el pensamiento de los sunníes, los cuatro primeros califas del mundo islámico constituyeron una edad de oro y se les llamó los "bien guiados" o "cuatro califas justos". Además impusieron unas exigencias para acceder al califato:
El califa debía ser un árabe y pertenecer a la tribu de Quraish (a la que pertenecía Mahoma).
Un consejo de ancianos que representara a la comunidad islámica elegiría al sucesor.
El califa tenía como misión la difusión del Islam.
Según el pensamiento de los chiítas, el propio Mahoma había designado un sucesor antes de morir. Este sucesor era su yerno Ali ibn Abi Talib, casado con su hija Fátima. Ali y sus sucesores serían pues para los chiítas los legítimos califas. Ali fue elegido califa en cuarto lugar, pero tras su elección se desató una fitna o guerra civil que dio lugar a la división de la umma en tres bloques: los partidarios de Ali, en adelante llamados chiíes; los partidarios de Muawiya, su oponente y primer califa omeya, que constituirían la mayoría y con el tiempo serían llamados sunníes; un tercer grupo, los jariyíes, opuestos tanto a unos como a otros y partidarios de la elección del califa entre todos los musulmanes.

Emir

Emir, (árabe: أمير [ʾāmīr], 'el que ordena' )? es un título nobiliario empleado históricamente en los estados Islámicos.

Etimología

La palabra emir proviene del árabe ʾāmīr (أمير), la cual a su vez se forma con la raíz palabra que proviene del árabe amir (أمير). El que ordena, palabra a su vez derivada de la raíz ʾĀMR (أمر), mandar. Eran los gobernadores de cada una de las provincias.

Empleo

El título de emir ha variado de significado a lo largo de la historia. Si bien al principio de la hégira designaba al jefe del mundo musulmán, tras crearse los títulos de sultán y rey (malik) el título de emir quedó desplazado para designar a dignidades menores u oficiales.
Con este sentido militar fue utilizado en Siria o Egipto en la época de los ayyubíes y de los mamelucos. Los emires mandaban grupos de 100 hombres y los emires de la guardia de 1000.
Este título es también utilizado para designar a todos los descendientes de Mahoma y actualmente designa a los príncipes de las Casas Reales.
En Al-Andalus los jefes de Estado de la dinastía omeya ostentaron el título de emir desde mediados del siglo VIII, porque aunque eran en la práctica independientes del imperio abbasí de Bagdad, no se atrevían a adoptar el título de califa. Sólo en el año 929 el emir Abderrahmán III o Abd al-Rahman III adopta el título de califa

Visir

Visir (del árabe, وزير wazīr) es, en un contexto histórico islámico, un cargo equivalente al de primer ministro, ayudante o valido de un monarca.
La figura del visir cobró importancia cuando los califas abbasíes adoptaron las formas de la extinta monarquía persa. El califa se rodeaba de pompa y se convertía en un ser misterioso e invisible, que gobernaba por medio de un primer ministro que generalmente cumplía la doble función de mantener al monarca alejado de las ingratas tareas administrativas y al tiempo atraer sobre sí mismo las responsabilidades y cuentas que pudieran pedirse sobre la acción de gobierno, manteniendo así intacta la reputación del califa, jefe temporal y espiritual de la comunidad. La figura no tiene nada de original: no está ligada únicamente al califato ni tampoco a un contexto islámico, aunque fuera de él no se usa el término visir.
En el oriente musulmán (Máshreq) muchos visires eran persas, personas que quizá por su tradición cultural estaban más preparadas para asumir las tareas de administración de un gran territorio que sus jefes, los califas árabes o los sultanes otomanos, unos y otros procedentes de tradiciones culturales nómadas o en cualquier caso ligadas a pequeños Estados.
Los visires ejercían en ocasiones el poder de facto, dejando a los monarcas como meras figuras legitimadoras de su autoridad, tal y como ocurría en Europa con los validos de los reyes.
En el imaginario popular, la figura del visir o "gran visir" es un estereotipo ligado muchas veces a la maldad, la codicia o la conspiración, precisamente por aparecer como responsables últimos de las decisiones políticas y de la represión, fuera ello verdad o no. Un ejemplo de ello es Ya'far al-Barmaki, visir del califa Harun al-Rashid y finalmente ejecutado por orden de éste, que ha quedado para la posteridad como personaje intrínsecamente malvado, protagonista de varios cuentos populares. Puede verse su rastro en la película Aladdin de Walt Disney. Otro visir malvado, éste totalmente ficticio, es Iznogud, personaje de historieta creado por René Goscinny y Jean Tabary cuya obsesión es "ser califa en lugar del califa".
Otros visires famosos son Nizam al-Mulk, ministro del joven rey turco de la dinastía selyúcida Malik Shah, al que se atribuye un papel de visir paternalista y sabio, y a veces cercano a Maquiavelo, o el andalusí Ya'qub al-Mansur, Almanzor. El cargo de este último era el de hāyib o chambelán de Hisham II y no el de visir, aunque sus funciones eran similares.
En lengua árabe actual, wazīr equivale a "ministro", y el cargo de primer ministro se llama, generalmente, ra'īs al-wuzarā', "presidente de los ministros". El uso del término visir es aceptable únicamente en un contexto histórico; si se refiere a un cargo actual lo habitual es traducir wazīr como "ministro".

ORGANIZACIÓN ECONOMICA, POLITICA Y SOCIAL

Los habitantes de la zona norte de la península se dedicaban al pastoreo y al comercio. La vida era muy dura. En la zona sur, debido a las mejores condiciones climatológicas, la base de la económica era la agricultura.

Los árabes estaban organizados en tribus que estaban al mando de un líder que recibía el nombre de jeque (sheij en árabe). Los miem bros de cada tribu están estrechamente vinculadas: una de sus principales características era la fidelidad. Las diferentes tribus vivían en continuas guerras ; entre si y nunca formaron un estado unificado.

La vida de estos pueblos se caracterizaba por ser una mezcla de crueldad y generosidad, de sensualidad y refinamiento. Practicaban la poligamia y la poliandria. Antes de la llegada de Mahoma (Muhammad en árabe) algunas tribus profesaban el monoteísmo (la religión de Abraham).

III.-Al-Andalus, el Islam español: La conquista y organización del territorio. El emirato independiente. El califato de Córdoba. Los reinos de Taifas.

Se conoce como al-Ándalus (árabe الأندلس) al territorio de la Península Ibérica bajo poder musulmán durante la Edad Media (711-1492).


Emirato Independiente de Córdoba

Los Omeyas son asesinadosCuando último califa omeya de Damasco murió asesinado por los abbasíes se dio un cambio en la dinastía que gobierna en Damasco. La nueva dinastía abbasí ordenó el asesinato de todos los omeyas que se encontraban en el imperio.
El último príncipe omeya llega a al-Ándalus El último príncipe que logró sobrevivir se llamaba Abd-al-Rahman. Logró escapar y llegar a al-Ándalus, para convertirse en su nuevo emir, que con el nombre de Abd-al-Rahman I inició un nuevo periodo en la historia musulmana en la Península Ibérica.
Abd-al-Rahman I Abd-al-Rahman I se proclamó emir (príncipe y jefe militar) y rompió la unión entre al-Ándalus y Damasco. Logró traer la paz entre los distintos grupos musulmanes. Con él empezó el emirato independiente, que iría del año 756 al 929. A lo largo de estos años se configuró un estado centralizado similar a sus antecesores en Oriente, con una estructura administrativa más estable y una fuerza militar mercenaria compuesta por beréberes del norte de África y esclavos comprados en el sur de Europa.

El Califato de Córdoba, también conocido como Califato Omeya de Córdoba o Califato de Occidente, fue proclamado por Abderramán III en el 929, poniendo así fin al Emirato Independiente instaurado por Abderramán I en el 756, en la provincia de Córdoba en el sur de España.
Abderramán III consideró adecuada su autoproclamación como califa, es decir, como jefe político y religioso de los musulmanes y sucesor de Mahoma, basándose en cuatro hechos: ser miembro de la tribu de Quraysh a la que pertenecía Mahoma, haber liquidado las revueltas internas, frenar las ambiciones de los núcleos cristianos del norte peninsular y la creación del califato fatimí en Egipto opuesto a los califas abbasíes de Bagdad. Para realzar su dignidad y a imitación de otros califas anteriores edificó su propia ciudad palatina: Medina Azahara.
La proclamación tenía un doble propósito. Por un lado, en el interior, los omeyas querían reforzar su posición. Por otro, en el exterior, al objeto de consolidar las rutas marítimas para el comercio en el Mediterráneo, garantizando las relaciones económicas con Bizancio y asegurar el suministro de oro.
Tras la toma de Melilla en 927, a mediados del siglo X los omeyas controlaban el triángulo formado por Argelia, Siyimasa y el océano Atlántico. El poder del califato se extendía también hacia el norte, y hacia 950 el Sacro Imperio Romano-Germánico intercambiaba embajadores con Córdoba. Algunos años antes, Hugo de Arles solicitaba salvoconductos para que sus barcos mercantes pudieran navegar por el Mediterráneo, dando idea, por tanto del poder marítimo que ostentaban.
La economía del Califato se basó en una considerable capacidad económica -fundamentada en un comercio muy importante-, una industria artesana muy desarrollada y técnicas agrícolas mucho más desarrolladas que en cualquier otra parte de Europa. Basaba su economía en la moneda, cuya acuñación tuvo un papel fundamental en su esplendor financiero. La moneda de oro cordobesa se convirtió en la más importante de la época, siendo probablemente imitada por el Imperio Carolingio. Así, el Califato fue la primera economía comercial y urbana de Europa tras la desaparición del Imperio Romano. A la cabeza de la red urbana estaba la capital, Córdoba, la ciudad más importante del Califato, que alcanzó los 250.000 habitantes en 935 y los 450.000 en 1000 (algunos historiadores hablan de 1.000.000 de habitantes), siendo durante el siglo X la mayor ciudad del Mundo y un centro financiero, cultural, artístico y comercial de primer orden. Otras ciudades importantes fueron Toledo (37.000), Almería (27.000), Zaragoza (17.000) y Valencia (15.000).
Los aspectos de desarrollo cultural no son menos relevantes, sobre todo tras la llegada al poder del califa Alhakén II a quien se atribuye la fundación de una biblioteca que habría alcanzado los 400.000 volúmenes. Quizás ello provocó la asunción de postulados de la filosofía clásica -tanto griega como latina- por parte de intelectuales de la época como fueron Ibn Masarra, Abentofail, Averroes y el judío Maimónides, aunque los pensadores destacaron, sobre todo, en medicina, matemáticas y astronomía.
Es la etapa política de la presencia islámica en la península Ibérica de mayor esplendor, aunque de corta duración pues en la práctica terminó en el 1010 con la fitna o guerra civil que se desencadenó por el trono entre los partidarios del último califa legítimo Hixán II, y los sucesores de su primer ministro o hayib Almanzor. En el trasfondo se hallaban también problemas como la agobiante presión fiscal necesaria para financiar el coste de los esfuerzos bélicos.
Oficialmente, no obstante, el califato siguió existiendo hasta el año 1031, en que fue abolido dando lugar a la fragmentación del estado omeya en multitud de reinos conocidos como Taifas.

Desaparece la Córdoba Califal

El enorme esfuerzo bélico que realizaron los dirigentes cordobeses, la agobiante presión fiscal debida a los altos impuestos, la intranquilidad, las luchas internas y las intrigas para conseguir el poder llevaron al Califato a su final en el año 1031, si bien su fragmentación ya había empezado en el año 1009.
El territorio califal se dividió entre los llamados Reinos de Taifas, territorios independientes de tamaños muy variables. La debilidad de estos reinos taifas trajo un cambio en el poder en la Península.
A partir de ese momento los reinos cristianos fueron los más poderosos y consiguieron grandes tributos (parias) de los reinos taifas a cambio de permitirles existir.
Desde que el califa Hisham II es obligado a abdicar en el 1009 hasta el año de la abolición formal del Califato en el 1031 se suceden en el trono de Córdoba nueve califas, de las dinastías omeya y hammudí, varios de ellos con pérdida y recuperación del trono, en medio de una anarquía total que se refleja en la independencia paulatina de las taifas o banderías de Almería, Murcia, Alpuente, Arcos, Badajoz, Carmona, Denia, Granada, Huelva, Morón, Silves, Toledo, Tortosa, Valencia y Zaragoza.
Cuando el último califa Hisham III fue depuesto y proclamada en Córdoba la república, todas las coras ó provincias del Al-Ándalus se autoproclamaron independientes, si es que no la habían hecho aún, distinguiéndose entre ellas, según quienes controlaron el poder, las taifas árabes, beréberes o eslavas (esclavos libres de origen centro europeo ó del norte peninsular).

Aparecen los Reinos de Taifas

Estos reinos, algunos minúsculos, se establecieron alrededor de las ciudades importantes de al-Ándalus. En algún momento llegaron a ser 26. Los reyes de Taifas se pasaban el tiempo peleando y conspirando entre ellos, situación que facilitó la Reconquista de la Península, por parte de los reinos cristianos del Norte.
La debilidad de estos reinos taifas trajo un cambio en el poder en la Península. A partir de ese momento los reinos cristianos fueron más poderosos y consiguieron grandes parias (tributos) de los reinos taifas a cambio de permitirles existir.
Nuevas invasiones de pueblos musulmanes, llegados del Norte de África, los almorávides en 1086, los almohades en 1145 y la tercera, los banu marins (benimarines) en 1224 intentaron recuperar las tierras que se habían perdido a manos de los cristianos.

DIAPOSITIVAS:
Busca imágenes e información de :
1.-Planta de la mezquita de Córdoba.
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2.-Arquería (arcos) de la mezquita de Córdoba.
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3.-Arco, cúpula y fachada del Mihrab de la mezquita de Córdoba.
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4.- Alminar o minarete de la mezquita de Córdoba.
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5.-Palacio de Medina Azzahara de Córdoba.
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6.-Oratorio de la Aljafería de Zaragoza. Arcos mixtilíneos.
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7.-Alcazaba de Málaga.
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8.-La Giralda de Sevilla.
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9.-La Torre del Oro de Sevilla.
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10.-Santa María la Blanca de Toledo.
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11.-Plano de la Alhambra.
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12.-Salas y patios de la Alhambra: Sala del Mexuar, Patio de los arrayanes, salón de embajadores, patio de los leones, Sala de las dos hermanas, el mirador de Dajara, Puerta de la justicia.
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13.-El Generalifa.
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